Se aventuran importantes cambios en el panorama político y económico
internacional. Tenemos fenómenos nuevos como el Bréxit, está la
incertidumbre de las elecciones en EE.UU. y el mundo “se enfrenta a
problemas económicos que están fuera del control de los individuos e
incluso de los gobiernos nacionales”, según el premio Nobel de Economía
Joseph Stiglitz. En su opinión, "estos son problemas que el sector
privado capitalista no va a resolver, en parte debido a que dicho sector
creó esos mismos problemas". Para paliarlos, "las cooperativas y la
economía social proporcionan un tercer pilar clave”.
Así se manifestó el premio Nobel de Economía el pasado 11 de octubre
en Quebec, donde fue el ponente principal de la III Cumbre Internacional
de las Cooperativas, que se celebra hasta este jueves, 13 de octubre,
con la participación de cerca de 3.000 personas de todo el mundo para
discutir el futuro de la economía cooperativa y mutualista.
El
profesor de la Universidad de Columbia, experto en temas de desigualdad e
información asimétrica, participó en la Cumbre para aportar su mirada
en relación con los grandes retos actuales de la economía global y el
papel que pueden desempeñar las cooperativas en este contexto. Era la
segunda vez que Stiglitz participaba en un gran foro de cooperativismo y
economía social, tras su intervención, en septiembre de 2008, en el 27º
Congreso Internacional del CIRIEC, celebrado en Sevilla.
“Muchos
países están siendo testigos de la creciente desigualdad", afirmó
Stiglitz. "La desigualdad es el resultado de cómo hemos estructurado la
economía de mercado, en particular de cómo la hemos reestructurado en el
último tercio de siglo”, dijo, para concluir que la desigualdad “ha
sido una opción."
El profesor Stiglitz dio numerosas cifras que
avalan tanto el crecimiento de la desigualdad como el estancamiento o la
pérdida de poder adquisitivo y bienestar de las capas medias y bajas de
la sociedad, las más numerosas, tanto en EE.UU. como en Europa. Al
respecto afirmó: “Si la economía no sirve a la mayoría de los
ciudadanos, ésta será una economía fallida”.
Advirtió que la
desigualdad también se manifiesta como una falta de acceso a los
servicios de salud, a las oportunidades o a la justicia. Y mencionó un
estudio del economista Angus Deaton, que muestra cómo las tasas de
mortalidad han aumentado en los últimos años para ciudadanos de clase
media de Estados Unidos.
Esta expectativa de vida más corta es
resultado del aumento de “enfermedades sociales” como el alcoholismo, el
suicidio y las drogas, y son una señal de que la economía de recortes
no está funcionando.
Hay alternativas, debemos aprender de las cooperativas
En
este contexto, el profesor Stiglitz cree que las cooperativas
representan una mejor manera de responder a los elevados riesgos que
amenazan a nuestras sociedades. "Hay alternativas al sistema actual,
aunque algunos sugieren que no las hay", dijo. "Algunos opinan que
necesitamos ajustes menores en el sistema. Pero los problemas son
profundos y fundamentales, que no van a poder ser resueltos con pequeños
ajustes".
"Debemos aprender de las cooperativas", afirmó. "Si lo
hacemos, podemos cambiar la forma de nuestra economía, remodelar la
globalización y lo que nosotros y nuestros hijos queramos ser”.
"Las
cooperativas son más capaces de gestionar los riesgos que el sector
privado capitalista. Creo que podemos construir un mundo en el que la
economía funcione mejor para todos, basada en la solidaridad", concluyó.
Web de la Cumbre Internacional de las Cooperativas
Texto original en el Boletín del Observatorio de la Economía Social
XT/xt 20161014